Extraño los viejos tiempos

Que tiempos aquellos cuando era noticia nuestro viejo amigo hematófago, recuerdo perfectamente que yo tenia un monito segun chupacabritas que era en realidad una masa extraña de goma sin forma alguna con un alambre torcido en su interior, asi que le movia cierta palanquita por debajo y comenzaba a retorcerse (como sus mentes cochambrosas, pues hablo con la verdad y sin albur). Y aunque yo siempre quise una gorra me hice creer a mi mismo que, pues, en realidad no valía la pena; de hecho pregunto, ¿quién no recuerda la canción del chupacabras? la verdad es que nisiquiera tengo la capacidad motríz o de interés de recordar el nombre del grupo que la cantaba, puesto que fue uno de esos ‘one hit wonders‘, y mientras el pais se regocijaba con chacharas mágicas y sobrenaturales acontecían hechos políticos de trasfondo de primera importancia (cualquier parentezco con alguna epidema es una lamentable coincidencia), lo curioso es que los ciudadanos lo sabemos, y solamente nos quejamos pero sin hacer nada al respecto, de quejas o murmullos es como el mismo chupacabras se mueve entre nosotros (muajaja!) porque yo creo en el chupacabras así como creo en la influenza. Ah! que bonito es encubrir hechos trascendentales del país con atole para inocentes. Vaya cosa!